Maltrato Infantil

Se considera maltrato a los comportamientos por parte de un adulto que producen algún tipo de daño físico o mental a los menores.
El maltrato o abuso puede ser físico (golpes, palizas, castigos violentos), psicológico (amenazas, humillaciones) o sexual (acoso, toqueteo, exposición a actos sexuales, violación). También es considerado maltrato la negligencia, es decir, el no cumplir con las necesidades básicas para el bienestar del niño, tanto físicas como emocionales.

Sus causas son muchas y variadas, aunque existen situaciones que hacen que el maltrato sea más probable. Por ejemplo, el maltrato es 6 veces más frecuente en familias en las cuales el padre/madre haya sido maltratado.

El mejor tratamiento para el maltrato es, sin lugar a dudas, su prevención. Todas aquellas políticas sociales que tiendan a disminuir el estrés socio-ambiental dependiente de la pobreza, de la promiscuidad, del desempleo, de los embarazos no deseados, así como campañas de educación que apunten directamente a fortalecer y aumentar las capacidades maternales y paternales, serán bienvenidas para lograr disminuir el impacto de esta patología psico-social.
Es necesario también que existan instituciones especializadas en el tema de maltrato hacia los niños, a las cuales puedan acudir de manera razonablemente sencilla todos aquellos que requieran orientación, apoyo o protección.

Cuando la prevención falla, hay que tratar de disminuir las consecuencias en las víctimas. El tratamiento específico de cada familia dependerá de una cuidadosa evaluación de la situación. Una de las decisiones más difíciles es la de decidir la separación del niño de su familia. En algunos casos ello será necesario, a veces, como medida temporaria, a veces definitiva. En otros casos, con adecuada supervisión, el niño podrá permanecer en el seno de su familia que como grupo estará recibiendo asistencia terapéutica.

El niño maltratado sufre daños que surgen del maltrato directo y de todo ese clima de violencia familiar en el que es criado. Estos daños se expresan de manera diferente de acuerdo a las distintas etapas de desarrollo en que se encuentre el niño.
En un lactante maltratado, signos precoces de daño son las dificultades para alimentarlo, el llanto persistente y el retraso del desarrollo motor y social. Son bebés que no se relacionan alegremente con el adulto, son irritables y no parecen distinguir claramente entre conocidos y desconocidos.
A medida que van creciendo van adquiriendo lenta y tardíamente las conductas y logros esperados para su edad, tanto a nivel motor como a nivel cognitivo y del lenguaje.
Ya como preescolares, se los ve como niños ansiosos, inquietos, temerosos, como si siempre estuvieran esperando una agresión del entorno. Juegan poco y de manera poco creativa y feliz. Las niñas pueden ser excesivamente pasivas, y otros pueden tener conductas y juegos muy agresivos.

La relación con el padre abusador puede ser sorprendentemente dependiente: necesitan desesperadamente su aprobación.

Los escolares maltratados son solitarios, desconfiados, retraídos y tristes. Algunos, por momentos, pueden parecer demasiado maduros para su edad. Son impulsivos, no adquieren fácilmente el autocontrol esperado para su edad. Su autoestima es muy baja, tienen una visión muy pobre de sí mismos que es el reflejo de cómo los ven y tratan sus padres.

Son por lo general niños agresivos. Han aprendido a ver al entorno como hostil y amenazante y, por tanto, están siempre a la defensiva y malinterpretando las acciones de los otros. Por esta razón reaccionan agresivamente frente a estímulos desconocidos o inesperados.

Como adolescentes, persisten y aumentan todas las dificultades anteriormente descriptas. Aumentan las conductas agresivas y violentas hacia otros y hacia sí mismos: buscan el riesgo, el peligro, desprecian la vida, propia y ajena.
La relación con sus padres suele caracterizarse por la necesidad imperiosa de estos niños por mantener una imagen interna de padres buenos. Es como si necesitaran tanto creer que sus padres son buenos, que prefieren creer que ellos son los culpables del castigo. Es casi el único recurso que les permite mantener la esperanza.

Consumo de drogas.

Consumo de drogas.

Cada sustancia produce en el organismo diversos efectos, pero éstos pueden variar según su administración.

Hay que considerar que el uso de cualquier sustancia supone necesariamente la aparición de problemas para el consumidor. Este uso puede ser meramente circunstancial, con un objetivo experimental o en un momento determinado de la historia del individuo, y no acarrear modificaciones en su personalidad, en el funcionamiento de su sistema nervioso o en su estilo de vida. La repetición de estos usos experimentales o circunstanciales lo que pueden conducir a una dependencia.

Por regla general, el uso y abuso de drogas puede generar dependencia debido al fenómeno de la neuroadaptación. Este consiste en un cambio permanente (pero reversible) de la estructura y funcionamiento de las neuronas sobre las cuales se localiza el/los efecto/s de la/s droga/s.

En niveles más complejos, hay otros mecanismos de adaptación: emocional, conductual, cognitivo, relacional, etc. Los cambios que se producen en una persona por el uso de drogas no se limitan a la mera acción de la sustancia sobre la célula nerviosa, sino que supone una transformación que se define en el marco de la relación entre el individuo, la sustancia y el contexto.

Los patrones de consumo son un conjunto de variables que definen la relación entre los individuos y la sustancia que se autoadministran. Así, se puede considerar:

  • Qué sustancia es la droga principal.

  • Qué otras drogas se presentan asociadas.

  • Cuáles son las vías por la que se administran (oral, fumada, inhalada, inyectada y otras).

  • Qué cantidades se suele consumir.

  • En qué estado físico se produce el consumo.

  • Si la administración se produce en forma individual o en el marco grupal.

  • En qué período temporal se produce el consumo.

  • Qué pautas de comportamiento van asociadas.

  • Qué normas y valores ejercen de soporte cultural al consumo.

Robos y atracos.

El robo consiste en el apoderamiento de bienes ajenos, con intención de lucrarse, empleando para ello fuerza en las cosas o bien violencia o intimidación en la persona.

TIPOS DE ROBO
  • Toperos: Para forzar las puertas o ventanas de las casas utilizan palanquetas, destornilladores y en ocasiones hasta gatos hidráulicos. Sus preferencias suelen ser los primeros y últimos pisos de los edificios.
  • El tablerista: Es el delincuente que actúa directamente sobre la puerta, practicando en ella un orificio lo suficientemente grande para introducir la mano y abrir la cerradura desde el exterior.
  • Espadistas: Casos menos frecuentes. Hay que buscar a los autores en el entorno próximo a los dueños de la casa. Abren las puertas utilizando llaves falsas o ganzúas.
  • Escaparatista: Sustrae objetos de los escaparates de las tiendas, principalmente ropa y joyería. Rompen la luna del cristal y ayudándose de un alambre enrollado en cinta aislante y con la punta en forma de gancho-tipo anzuelo- se apoderan de cuantos objetos engancha, suelen "trabajar" en horarios de cierre de los locales, especialmente a medio día.
  • Encalomo: Es el delincuente que se esconde en el lugar del robo antes de que cierre el establecimiento, actuando una vez que se queda solo. Es un robo un tanto en desuso.
  • Palquistas: Acceden a las viviendas, especialmente en casas antiguas o de pocos pisos, escalando y trepando a través de la fachada accediendo por los balcones o terrazas. Actúan de noche.
  • Rififi: Se denomina así este “registro” cuando el boquete que permite la entrada a una persona se efectúa a través de terrado. Fundamentalmente “trabajan” en locales o naves comerciales de una sola planta.
  • Alunizaje: Método utilizado por los ladrones de tiendas consistente en embestir con un vehículo contra el escaparate de la tienda y robar la mercancía. En pocos segundos los ladrones han consumado el robo y se han dado a la fuga. Existen protecciones metálicas especiales, capaces de resistir o amortiguar el golpe contra la fachada.
Una precaución eficaz y barata consiste en aparcar los vehículos propios delante del comercio, de tal forma que se dificulte el acceso del vehículo conducido por los agresores, el cual necesitará unos metros de libre recorrido para impactar con fuerza suficiente. Aunque en este caso un sistema de alarma seguramente no impedirá por sí solo el robo, nos permitirá intervenir rápidamente para minimizar los efectos del mismo.
  • El mazazo: Cuatro individuos llegan a la joyería o comercio elegido para robar subidos a bordo de dos motocicletas. Sin quitarse los cascos de protección, dos de ellos bajan del vehículo intimidando a los peatones o empleados que salen a la calle.
Los otros dos rompen a mazazos los expositores de los objetos de más valor introduciendo las manos por el agujero para hacerse con el botín. Una vez que se han apoderado de los efectos desaparecen del lugar en las dos motos. Este tipo de robos los suelen hacer a plena luz del día y en su consumación emplean entre tres y cuatro minutos.
  • Los revientacabinas: Los que dominan este “registro” en la actualidad son personas procedentes de Europa del este, especializados en desvalijar las cabinas telefónicas. Atrás quedaron ya los tiempos del “fleje” o “espadilla” para forzar los cajetines telefónicos. Ahora los aparatos son más sofisticados y los delincuentes, que están perfectamente organizados, utilizan como “herramientas”, taladros autónomos con brocas profesionales y ganzúas. Abren los cajetines monedero sin estropear el teléfono. Solo los empleados de Telefónica se percatan del robo cuando van a por la recaudación.
Estos grupos eligen cabinas telefónicas con gran afluencia de usuarios y en puntos donde les sea fácil escapar en caso de ser detectados. Una vez perforado el cajetín de recaudación de la cabina, los delincuentes tapan el orificio con masilla del mismo color para disimularlo y poder volver posteriormente a desvalijar estas mismas cabinas sin mayor esfuerzo. A lo largo del año 2.002, las perdidas para las operadoras telefónicas, daños aparte, superan los cinco millones de euros.
  • Los carteristas: El carterista (“sañero”) es el delincuente que sustrae la cartera a la víctima para apropiarse de los billetes, monedas o las tarjetas de crédito ("plásticos"). El lugar o lugares habituales donde ejecuta el hecho (“pasto”) es en mercadillos, acontecimientos deportivos, ferias, autobuses, siempre donde haya grandes aglomeraciones de personas-
Puede actuar solo o acompañado y existen diversas técnicas:
    • “El piquero”: Utiliza los dedos índice y medio protegido por un periódico o prenda de vestir(“muleta”) que oculta la operación a los presentes y que acto seguido pasa la cartera al cómplice (“pasar el burro”)
    • “El bolsillero”.-Abre el bolso de las mujeres e introduce las manos para apoderarse de los monederos.
    • “El lancero".-Técnica sudamericana practicada por carteristas de aquellos países que utilizan pinzas adaptados o alambres para “levantar” la cartera. En desuso ha caído la tradicional forma utilizada por los viejos carterista quienes valiéndose de una cuchilla de afeitar cortaban los forros de los bolsillos para sacarle las carteras.
    • Descuideros: Se llaman así a los delincuentes que actúan aprovechando o provocando la distracción de las víctimas. Dentro de este tipo existen “los maleteros” y “los mecheros”.
      • “Los maleteros”: Están especializados en la sustracción de maletas, bolsas de viaje, cámaras fotográficas y cuantos efectos puedan llevar quienes se disponen a viajar. Sus lugares de actuación son las estaciones de ferrocarril, autobuses, estaciones marítimas, aeropuertos y vestíbulos de hoteles.
      • “Los mecheros”: Actúan en los grandes almacenes y superficies comerciales. Están los “empalmadores” que hacen el trabajo entre varios individuos, donde mientras uno distraen al dependiente-prefieren jóvenes- el otro se lleva en la mano un objeto pequeño pero de gran valor, fundamentalmente joyas. Utilizan pegamentos o chicles para hacerlo. “Las butroneras”: Son mujeres provistas de un gran mandil camuflado bajo una prenda de vestir amplia. Como en el caso anterior suelen ir varias, una de las cuales denominadas “la cartujera” es la encargada de vigilar o distraer al dependiente.
Los hurtos por descuido constituyen una pesadilla para los establecimientos comerciales, quienes tratan de combatirla con el uso de numerosos sistemas de seguridad, que van desde las cámaras de TV de circuito cerrado, pasando por vigilantes de seguridad y chips y barras de código en los distintos artículos.
  • “Las gateras”.-Son mujeres, que con ocasión del ejercicio de la prostitución le sustraen al cliente lo que de valor lleva encima. Suelen actuar a veces con un cómplice y es en la calle donde tras concertar el servicio, llevan a su víctima hasta la habitación de un hostal o pensión. Allí aprovechando un momento de distracción introduce en su vaso de bebida una sustancia somnífera que le duerme, actúan con total tranquilidad. Este “registro” lleva la alternativa del denominado “Beso del amor”.
  • “Ratas de hotel”.- Se conocen así a los delincuentes que trabajan en las habitaciones de hoteles, bien cuando ha salido el ocupante o incluso, cuando éste se encuentra durmiendo. Estas modalidades, salvo casos excepcionales ya no son frecuentes en el momento actual.
  • Robos en farmacias: Es la acción típica de las personas drogadictas en busca de dinero y de los estupefacientes que tienen estos establecimientos. Hace unos años este tipo de robos era una constante frecuente. Hoy día las diferentes medidas de seguridad adoptadas han hecho bajar en “picado” este tipo de delitos.
  • Robos en gasolineras.- De un hecho cotidiano hace unos años, un verdadero azote, especialmente en las estaciones de servicio fuera del casco urbano y en horas nocturnas, las medidas de seguridad adoptadas han provocado un descenso importante en estos establecimientos, derivándose en algunos casos en atracos a los clubes de alterne en ubicados en zonas solitarias.

Zona Habilitada para el botellón


El botellón es una constumbre de los españoles que consiste en beber alcohol en lugares públicos formando grandes agrupaciones de personas. El principal motivo por el que las personas participamos en estos eventos es el elevado coste de las copas en los locales de una localidad, y al ser la mayoría estudiantes y no tener ninguna fuente de ingresos, solo algo de dinero que le pueden dar sus padres, no le es suficiente para estár en un local consumiendo con ese alto coste.
El problema está en que por ley no se puede beber bebidas alcohólicas en la calle porque se molesta a los vecinos cercanos durante la madrugada y además por la gran cnatidad de basura que normalmente generan estos eventos aleatorios. Por todo esto, algunos ayuntamientos habilitan lugares específicos apra estos actos, en los que no se molesta al resto de la gente y están medianamente controlados.

Un tema importante a tratar es la venta de alcohol a chavales menores de edad, es impresionante la gran facilidad que existe actualmente para comprar alcohol, tanto en los establecimientos especializados, como en los propios bares de copas. Normalmente no hay ningun tipo de comprobación, por una falta de interes por los vendedores y camareros, ya que a ellos lo que les interesa es vender y no le importa si eres mayor o menos de edad. Es un tema importante que se produce en toda España y que a mi opinión se debería de controlar más.

Radares

El radar de tráfico es un radar que se utiliza entre otras aplicaciones para el control de la velocidad en el tráfico rodado. En España la Dirección General de Tráfico (DGT) ha desplegado radares fijos y móviles a lo largo de todo el territorio nacional.

Existen dos categorías principales de radares:

-Fijos: Están colocados de manera fija en diversos puntos de las carreteras: pórticos, cabinas y semáforos.

-Móviles: colocados en vehículos de la DGT, identificados o no, que pueden estar en cualquier sitio, esperando la incauta "presa", para enviarle una bonita y cara foto.


En función de la señal transmitida se distinguen dos tipos de radares, el radar de pulsos y el radar de onda continua:

-Radar de pulsos
El radar de pulsos envía señales en ráfagas muy cortas (millonésimas de segundo) pero de una potencia muy elevada. Para poder determinar la distancia, el radar de pulsos mide el tiempo que la señal tarda en alcanzar el objetivo y volver al receptor (tiempo de vuelo).

Si se realiza un seguimiento del objetivo con varios pulsos separados un determinado tiempo se puede conocer también su velocidad según los cambios de posición con cada pulso transmitido.


- Radar de onda continua
Los radares de onda continua, como su nombre indica, utilizan señales continuas en vez de ráfagas cortas.

Se diferencian dos tipos, el radar doppler y el radar FM.

1)El radar doppler transmite una onda continua de frecuencia fija. Cuando esta señal encuentra un objeto en movimiento de la onda reflejada cambia con respecto a la transmitida. Utilizando esta variación el radar determina la velocidad del objetivo.

2)Los radares FM también emiten señales continuas pero en este caso moduladas en frecuencia. A diferencia del radar doppler, estas varaciones en frecuencia de la señal transmitbida permiten no sólo conocer la velocidad del objetivo sino también su posición.

Las drogas.

La droga es toda materia prima de origen biológico que directa o indirectamente sirve para la elaboración de medicamentos, siendo el principio activo la sustancia responsable de la actividad farmacológica de la droga. La droga puede ser todo vegetal o animal entero, órgano o parte del mismo, o producto obtenido de ellos por diversos métodos que poseen una composición química o sustancias químicas que proporcionan una acción farmacológica útil en terapéutica. Se tiende a utilizar el término droga para designar a ésta y a los términos correspondiente en farmacia: principios activos, fármacos y medicamentos.

La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la muerte.

La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:

-Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como síndrome de abstinencia.

-Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva al individuo a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer.

Según los efectos que provova las drogas podemos destacar los producidos en el sistema nervioso central:

  • Depresores del sistema nervioso central o Psicolépticos: inhiben el funcionamiento del sistema nervioso central, enlenteciendo la actividad nerviosa y el ritmo de las funciones corporales. Entre los efectos que producen se encuentran relajación, sedación, somnolencia, sueño, analgesia e incluso coma. Ejemplos de estas sustancias los constituirían el alcohol.
  • Estimulante o Psicoanaléptico: producen una activación general del sistema nervioso central, dando lugar a un incremento de las funciones corporales. Se establece una distinción entre estimulantes mayores (tales como la cocaína) y menores (como la nicotina o la cafeína).
  • Alucinógeno o Psicodisléptico: también conocidos como perturbadores. Producen un estado de conciencia alterado, deforman la percepción y evocan imágenes sensoriales sin entrada sensorial. Ejemplos de estas sustancias los constituirían el LDS (dietilamida de ácido lisérgico: es una droga que no produce adicción y no es tóxica. Es conocida por sus efectos psicológicos, entre los que se incluyen alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia y percepción distorsionada del tiempo) o las drogas de síntesis.